lunes, 13 de octubre de 2008

borrachera de perfiles


Thomas Hauert, haya pensado en esto o no, juega a esta geometría. Deconstruir la forma agradeciéndole a la articulación, dejando que las direcciones se enrosquen con el capricho, modelando el espacio gracias a un soplido
.
Tal vez intuye que entrar a enredar en la forma tiene un sabor diferente si se hace desde la “superficie”. Tal vez de esta forma se llegue a entender de manera más carnal los sentidos de la forma, los planes que el sentido tiene para ella. Por lo menos para los interpretes. Me gusta pensar así, bailar así.




Sin embargo hay algo que me preocupa, ¿Acaso esta reñido hacerle cosquillas al azar con decidir un final? Pareciese que participar de las dos alternativas invalidara toda la credibilidad que pueda haber en la reflexión de alguna de las dos por separado, pareciese que utilizar las dos opciones a la vez, anula cualquier cavilar sobre ambas que aspire a ser coherente. ¿Es que para hablar de la esencia de algo hay que ser esencialista? Si no, se es un chaquetero.

Pero, ¿y el resultado? El proceso, la técnica o el entrenamiento es un ejercicio. Algo parecido a un estado de eterna expectación, porque, algo increíble puede estar a punto de ocurrir se sucede con una “borrachera de perfiles”. Beberé su vestigio a ver si veo doble, y de dos perfiles me fabrico un bailarín, entero.

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